Desde
hace siete años, decenas de miles de personas (en La Manche, Mayenne,
Calvados, Ille et Villaine) viven con la espada de Damocles que
significa la línea de Muy Alta Tensión (MAT), programada para ser
instalada desde Raids (50) hasta Beaulieu (53).
Ya
en diciembre de 2011, las obras para la instalación de los postes
comenzaron y, con ellas, también la violencia de parte del Estado y de
la Red de Transporte de Electricidad (RTE). Así, se ha forzado a firmar
la venta de tierras, la actividad destructora se puso en marcha ya
de manera legal o ilegal, etc. Frente a esta situación, numerosas
personas hemos decidido que ha llegado la hora de la acción directa para
intentar, no sin riesgo, poner freno a esa « apisonadora », y llamamos a
todxs a participar mediante los mecanismos que se juzguen necesarios
para perjudicar materialmente la
continuación de esas obras. Si nos vemos obligadxs a ejercer estas
prácticas es porque la oposición popular a ese proyecto no ha encontrado
sino el desprecio y la arrogancia del poder estatal y de la RTE. Hemos
comprendido que no había nada que esperar de esas instituciones. Sólo
organizándonos por nosotrxs mismxs y con nuestros propios medios
podremos frenar el poder omnímodo del Estado. Lxs habitantes del Valle
Susa en Italia, que luchan contra la construcción de la línea TGV (Tren
de Gran Velocidad) Lyon-Turín, lo han comprendido desde hace tiempo. Por
el momento, han logrado frenar ostensiblemente la destrucción de su
valle.
A
partir del 14 de enero de 2012 y de la reunión pública de Coutances,
que siguió a las acciones de perturbación al convoy de resíduos
radioactivos desde Valognes, una asamblea se ha constituido alrededor
del pueblo llamado Chefresne (La Manche), zona de resistencia desde hace
varios años al proyecto de construcción de la línea MAT. Esta Asamblea,
compuesta tanto por habitantes próximos al lugar señalado para el
proyecto como por individuxs, en lucha contra todas las políticas de
gestión de nuestras vidas a través de la planificación territorial, se
asume completamente como heredera de la acción de Valognes, tanto en las
prácticas de
lucha, en las formas organizativas como en el sentido político de esas
luchas.
Los
hechos actuales nos muestran con satisfacción que nadie ha esperado la
constitución de esta Asamblea para actuar en el terreno. Así, ya antes
ciertas torres habían sido desempernadas, alguna maquinaria resultaba
malograda, los paneles señalizadores de la obra desaparecían
sistemáticamente, etc. Si bien las obras avanzan demasiado rápido, cada
quien puede constatar que, la panoplia de acciones que se orienten a
sabotearla, queda abierta a más ideas, y que los efectos de estas
acciones no son despreciables. El Estado y la RTE saben, desde entonces,
que su arrogancia sólo tiene parangón con nuestra
determinación.
Si
la Asamblea del Chefresne entra hoy en resistencia, no es sólo contra
los daños a la salud que la RTE reconoce de manera implícita al comprar
las casas de los alrededores, puesto que su red de líneas de alta
tensión pasa a menos de 100 m de las viviendas. Lo que perseguimos hoy
es igualmente construir la resistencia frente a la industria nuclear,
pues esta red está íntimamente ligada a la producción nuclear y asumida
como tal por la Empresa Francesa de Electricidad (EDF), con lo que
justifica la existencia de la MAT por el reactor nuclear de Flamanville
(EPR)
actualmente en construcción.
Esta
red de torres de muy alta tensión y su resultante, la centralización de
la producción eléctrica, tienen asímismo otro significado. Con la
multiplicación de esos proyectos en Francia y en Europa, sabemos
actualmente que el Estado y la industria han decidido crear un mercado
especulativo internacional de la electricidad, arreglándoselas para
favorecer una red internacional de distribución para la venta de
electricidad a Marruecos, Inglaterra o a otros lugares. Muy lejos está
la supuesta preocupación de EDF por dar seguridad a la distribución en
Francia y sobre
todo en el Oeste de Francia. También entramos en resistencia contra la
demencia productivista y el reino de la economía.
Si
lo que vivimos hoy en La Manche y en Mayenne encuentra eco entre los
opositores al aereopuerto de Notre Dame des Landes, a la central de gas
de Finisterre, a la línea de tren de alta velocidad Paris-Cherbourg, es
porque compartimos el mismo sentimiento de expoliación por una
mega-gestión de la cual participan esos proyectos de planificación
territorial.
La
acción de Valognes de finales de noviembre nos ha enseñado que cuando
la determinación se refuerza con una organización colectiva horizontal
(a la que hemos llamado antes democracia directa), lo que recogemos no
es solamente confianza y fortaleza, sino también el hondo sentimiento de
vernos retomar nuestros asuntos en manos propias. ¿Qué mejor respuesta a
quienes expropian nuestras vidas y a quienes organizan nuestra
sobrevivencia ?
La
presente Asamblea pretende servir de apoyo (más que necesario) a lxs
habitantes que se encuentran desprotegidxs frente a la campaña de
destrucción que efectúa la RTE en contra de lo que ha sido, para ellas y
ellos, el lugar en donde han vivido o trabajado desde siempre. La
Asamblea desea acompañar su enfado y resguardarles de toda desesperanza
que pudiera agregarse al sentimiento de impotencia. Deseamos igualmente
efectuar un trabajo de información entre la población contra la
propaganda producida por la RTE en cuanto al avance de las obras,
supuestamente « sin incidentes ». La Asamblea aspira a que la población
se reapropie de
esta lucha, mediante su participación activa y su combate contra toda
forma de resignación.
Con
el propósito de evitar algún sentimiento de ser sólo unx espectadorx de
la lucha, lxs habitantes estarán informadxs, mediante carteles, de las
próximas fechas en las que la Asamblea se reunirá. El colectivo está
abierto a todas las iniciativas y a todas las personas deseosas de
informarse o de participar en esta lucha.
La
Asamblea rechaza toda forma de recuperación política. En consecuencia,
todas las iniciativas deberán evitar la exhibición de cualquier
filiación partidista o sindical.
La
Asamblea asumirá toda forma de acción, sin distinción de su grado de
« violencia », mientras no se atente contra la integridad física de las
personas que trabajan en la construcción o protección de la línea de
alta tensión. Que esas acciones provengan de lxs habitantes de la región
o de personas del exterior, ellas serán igualmente asumidas, pues el
colectivo desea evitar las poco constructivas rivalidades entre locales y
foráneos.
NI RESIGNATION, NI COMPROMIS, SABOTONS LE CHANTIER DE LA THT
NI RESIGNACIÓN, NI COLABORACIÓN, ¡ SABOTAJE A LA LINEA DE ALTA TENSION !
L’assemblée du Chefresne, le 4 mars 2012